Preguntamos a Anna Champeney, profesora de tejido en telar de textilesnaturales durante muchos años, y tejedora y diseñadora profesional, y aqui nos cuenta –
Tejiendo chales de cachemira de serie limitada, Anna Champeney
“Cuando empecé como tejedora, hace más de 20 años, la verdad es no tenia ni idea de como gestionar un negocio. Y no me interesaba mucho tampoco.
Así que, como tejedora con poca experiencia, me invitaron a participar “gratis” en ferias locales gastronómicas o de artesanía. A veces me puse a tejer en la feria, pensando que con esto animaría a los visitantes a la feria comprar los productos. Los organizadores nunca me pagaron por el trabajo de ofrecer artesanía en vivo pero a veces me invitaron a una comida (hoy en día no acepto tales condiciones; hacer artesanía en vivo es un trabajo profesional). Iba a estas ferias con mucha ilusión.
Plaid Bump “Pizza”, por Anna Champeney
Estas ferias locales, en que exponía los tejidos encima de una tela, cubriendo una mesa no me funcionaron en absoluto. Era muy decepcionante y empecé desanimarme.
Con los años, me convertí en profesional, la calidad de los tejidos mejoró muchisimo, y empecé a solicitar puestos en ferias de más prestigio – tanto venta directa al público como ferias profesionales (como Festivalet en Barcelona, Made London Marylebone y Top Drawer en Londres o Maison et Objet en Paris).
Pero estas ferias suponia una inversión – a veces muy elevado. Dependiendo de la duración de la feria un stand puede costar cientos o miles de euros.
¿Valia la pena? Pues, en mi caso, diria que sí y que no. No todas las ferias me han funcionado – Top Drawer era muy decepcionante y no me funcionó bien, por ejemplo. Pero Made London Marylebone sí. Estas ferias de más prestigio y renombre tienen productos seleccionados y ofrecen una garantía a los clientes. Me han funcionado mucho mejor que las ferias locales gastronómicas o de artesanía. Pero puede ser porque el producto que hago es de gama alta (Personalmente, creo que el tejido artesanal en España es, por definicion, un producto exclusivo de lujo, pero es el tema de otra conversación, je je). También es verdad que si ofreces enseñanza además de la venta de los productos que haces, tienes doble ventaja – porque muchas veces conocerás a futuros alumnos en las ferias, y así el “beneficio” se recpercute durante los meses siguientes, no sólo en los días de la feria.
Estas ferias “de pago” atraen clients mejores (a veces, como es el caso de Festivalet, en Barcelona, cobran una entrada a los visitantes, lo cual asegura que los clientes tengan interés en realizar compras, y que vengan a proposito, no por casualidad). Además la presencia en estas ferias te da un prestigio adicional que te ayuda inspirar confianza entre los clientes y clientes potenciales.
El mundo de las ferias es complejo. Hace falta elegir bien las que te pueden funcionar – así que, está bien investigar un poquito antes de arriesgarte – visitar la feria en una edición antes de solicitar stand, hablar con los otros expositores, y mirar la gama de productos expuestos. ¿Es la calidad y precio medio parecido a lo que tu haces? Siendo así , puede ser una buena feria. ¿Están bien presentados los productos? ¿Es atractiva la feria? ¿Los organizadores hacen bien la publicidad? ¿Está bien organizada? Puede ser una buena feria para ti. Pero si hay muchos productos mucho más baratos que los tuyos, si hay muchos productos de re-venta, o de baja calidad, no es para vender tejidos artesanales en telar”.
¿Cómo sabes si una feria te ha ido bien o no? Parece obvio, pero, es un poco más complejo de lo te puedes imaginar. Muchas veces (siempre que la feria no te ha ido tan mal qu es obvio que no te funcionara) para poder evaluar los resultados de una feria hace falta asistir durante 2 – 3 años; pues, muchas veces tienes más ventas el segundo o tercer año – porque te conocen mejor los clientes.
También, es cierto, que el “éxito” en las ferias no se cuenta simplemente en valor total de ventas. En mi opinión, para evaluar bien los resultados, y aprovechar al máximo una feria, es necesario tener y implementar un plan general de marketing (por lo sencillo que sea).
En mi caso, es muy importante invitar visitantes al stand subscribir al boletín que envio periodicamente por correo electrónico; mantener contacto con clientes actuales y clientes potenciales es muy importante; la asistencia en una feria te ofrece una oportunidad genial para conocer nuevos clientes y contactos interesantes (interioristas, propietarios de tiendas etcetera).
Es tambíen muy util “testear” nuevos productos en una feria – así que puedes llevar prototipos para poder evaluar la respuesta y posible recepción de estas piezas nuevas. Si no vendes, pues no es el fin del mundo tampoco, si la experiencia te aporta información util. Pero a veces es necesario ser honesta con ti mismo; En mi caso no era facil reconocer que, al principio, simplemente, los productos que ponia a la venta no eran de suficiente calidad (los diseños no eran suficiente buenos, o los materiales que empleaba no eran de suficiente calidad), o que los productos no eran los adecuados para una feria concreta. Puede ser que, también, necesitas invertir en más formación en marketing o ventas (si no eres de estas personas que son vendedoras “nacidas”).
Por fin, en mi caso personal, vender y promocionar los productos y mi trabajo en una feria (apropiada) es una experiencia que me gusta mucho. Me gustar ver lo contenta que sea la gente al comprar una pieza mía que les gusta tanto, y me encanta pasar toda la feria charlando con muchisimas personas – tanto clientes de toda la vida como a nuevos clientes y clientes potenciales. Espero, con ilusión, ver clientes y amigos de hace muchos años, y saber como les va todo.
Dado que no abro el taller textil al público porque normalmente vendo online es la oportunidad de tener una “ventana” abierta al mundo, y ver que pasa en el mundo del diseño, artesanía y interiorismo. Siempre vuelvo a casa cansada pero contenta”.
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